martes, 20 de agosto de 2013

Los años


Las horas pasaron, y el puntero de su reloj siguió avanzando. El sabor de su café se fue junto con su calor, y el humo del cigarro se perdió entre sus años. Ya no quedaba más que pensamientos en vano, todo se había marchado con un pesado engaño. Ni tiempo, ni olvido.

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